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Mujeres de la vida

Dedicatoria:
A ti mujer, que victima de la guerra “incivil” y casi una niña aun, fuiste lanzada a morir en los burdeles de la calla Gran Capitan,y solo unos pocos sabemos,que la ultima llamesmole visita que recibiste fue a Jesús,escondido y oculto en una pequeña hostia de pan ácimo y consagrado,que te llevo por mediación del medico que tu cuidaba,un sacerdote de la Compañía de Jesús.

Hace meses se produjeron graves disturbios en Huelva,como consecuencia de la invasión por “mujeres de la vida”,de siempre respetuosamente la hemos llamado así, de un popular y querido barrio onubense, y aun entendiendo y comprendiéndolas razones de padres,maridos y esposas,hermanos y mujer todas del citado centro urbano,mi sensibilidad se vio herida por la actitud,que ante la falta de soluciones por quien corresponden,se vieron obligados los vecinos a adoptar y se echaron a la calle cargado de violencia,

Estas lineas fueron escritas y meditadas muchos meses,pero llevándome de un consejo ignaciano (en la turbación,no tome decisiones),callé y no quise dar a conocer,más que nada,mis “sentimientos”,y esperar que las aguas remansaran ,pero las aguas vuelven de nuevo a encresparse y los ánimos también, según leo en este mismo periódico, donde el presidente de la junta vecinal da un plazo hasta el el 20 de noviembre a quien corresponda.

En aquellos tristes días y en cartas al director,una mujer valiente,cuyo nombre no puedo recordar y me gustaría conocer,llena de sensibilidad salía al paso y denunciaba la violencia de alguien que había pronunciado estas terribles palabras,”preferimos las ratas,a las prostitutas”,no se puede ir mas lejos de comparar a un ser humano con las alimañas,palabras quizás pronunciadas en un momento de impotencia y que mas tarde habrán hecho meditar a quien las dijera.

Guardo desde hace tiempo,como tantas cosas de mi Huelva amada,un trabajo periodístico firmado y premiado por caritas,donde Manuel Merino,con sensibilidad exquisita y una preciosa pluma,profundiza en las raíces del problema de estas “MUJERES DE LA VIDA”,y cual debiera ser la actitud de todos los gobernantes y la sociedad,ante el mismo.

Desde el corazón del oficio más antiguo del mundo “querida Pepi:Te lo aseguro,hasta aquella tarde no entendí de que las prostitutas os precederán en el reino de los cielos.Aquella tarde ,tu con seguridad no la recuerdas,al borde mismo de la calle,de la acera,y de la esquina donde cada día tú ejerces la prostitucion.Después de dos horas de escucharte y de sentir tu vida,al fin lo entendí: No se trataba de una hipérbole, de una exageración,de un arrebato,lo dijo El y lo dijo para ti,tu Pepi,estaras por delante,en primera fila.
Me fue quedando claro a medida que iba descubriendo tu historia.pero sobre todo,que claro quedó,que quien como yo fui a investigar tu vida,se sintió interpelado en la suya.
Llegaste a la prostitucion cuando aun no habías abandonado la infancia ,una infancia desdichada.no has sabido como es un padre,como el 45% de las compañeras de oficio.Enseguida vinieron los castigos,los encierros.me contaste que tu padre te llego a rapar el pelo al cero.
Tu casa estaba tan llena de bocas y necesdidades, como escasa de recursos y de dinero; Pobre nacimiento(de todas las pobrezas) como el 45% de tus compañeras de oficio.tu padre incluso te marco la cara. Me contaste que después de tus ausencias-te escapabas de la casa-antes de volver, pasabas por comisaria para que los guardias dijesen a tu padre que te pegase “mucho”. te agarraste al primer salvavidas de ternura que te echaron,y a los 14 años quedaste embarazada,y tuviste tu primera hija.para darle de vivir,te echaste a la calle.fuiste de ese 57% de prostitutas que empiezan antes de los veinte años,y fuiste también de ese 73% que llegan a la prostitucion como madres solteras.hiciste la calle,hasta que aquel hombre que llamas,bueno,se ocupo de ti,”ocupándote “ en el oficio mas duro del mundo.te hizo otro hijo,luego para ti volvió la soledad,la miseria y la calle.mas de veinte años,pepi en el oficio.y cada vez resulta mas difícil,a veces vuelves a casa casi como saliste,sin apenas blanca, después de doce horas de esquina.mas de veinte años de oficio,ahora mas Bocas que alimentar,que a tus tres hijos,se han añadido tu nuera y tu nieto,y que tu les cobija y no quieres que les falte de nada,ni quiera que se hagan a la calle,que para eso estas tu.te vuelcas en ellos,pero –permiteme que te diga-que ellos también te utilizan.son de otra forma y sin quererlo ni saberlo tu son clientes tuyos...mas de veinte años y cada vez sientes mas que vengan muchachas nuevas a la calle.no porque te quiten clientes,no.sino porque sabes lo que les espera.y les gritaría que se vayan,y les daría de lo tuyo lo que necesitan,con tal de que no suban por primera vez esas escaleras que llevan a la indignidad.
Has perdido muchos de tus encantos.tienes en la cara la marca del oficio,pero el fondo de tu vida esta empapado de dignidad.
Quise pagarte ,quise pagarte las dos horas que te quite de la calle,me dijiste que vendías tu cuerpo,pero que tu alma,lo de dentro,eso no lo vendias,no tenia precio,me lo regalabas.te deje en la esquina donde nunca quisiste ir y donde no quisieras estar nunca:No me quedan dudas estarás en primera fila,muy por delante de todos cuantos te desprecian.

Después de meditar esta carta en profundidad,a esa “mujer desconocida,pero MUJER”,cada miembro de esta sociedad injusta y despiadada que vivimos ,debiéramos reconocer que tanto de “culpabilidad”nos corresponde y que responsabilidad debemos aceptar en la solución de tan lacertante problema social,pero el desprecio y menos la violencia jamás,no son “ratas”,mujeres,seres humanos,con todo el derecho del mundo a ser respetadas,no lapidadas como aquella otra mujer del Evangelio.
Hago una llamada a nuestra señora gobernadora y a la Conserjería de asuntos sociales, que aprovechen la rica sensibilidad con que Dios a dotado su sexo,y se encaren al problema,poniendo los medios para que los derechos de unos y de otros sean respetados y nos conduzcan al bienestar social que todos ansiamos;Sin olvidar que las “mujeres de la vida” son redimibles.nuestra ya larga vida como ciudadano y profresional de la Medicina,nos lo ha enseñado.
Termino querido lector.

De RAFAEL ALFARO ROSS

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