Quiero paz, quiero amor. ¡Déme dulces por favor! ”

 NOCHE DE BRUJAS

 En la noche con tristeza humedecida
van enjambres de chicos inocentes
mendigando la dulzura a indolentes
para vivir en paz sin homicida.

Tras disfraces de múltiples colores
ellos ocultan el espanto y el terror
que sienten por acción del malhechor
el cual asecha detrás de bastidores.

Ellos saturan el aire de alegría
bajo el cielo ennegrecido por violencia
y le piden a Dios solo clemencia
para el niño que sufre de agonía.

Ellos tienen el aliento de golondrinas
que tejieron su vuelo a lontananza
y llevan en el alma la esperanza
de no ver mutilados por las minas.

¿Por qué quienes actúan enmascarados
como espantos o brujas sin conciencia
no cavilan con tino y con sapiencia
para abrigar al gamín desarrapado?

¿Por qué no aliviamos con mano generosa
al pobre de la calle que sufre día a día
y enfrentamos con valor y gallardía
la sombra de una horda peligrosa?

Poeta Héctor José Corredor Cuervo