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libertadesantonia

me gusto este poema cuando lo leí

Nunca llegaste a conocerme
aunque seguimos una línea recta
y monótona durante veinte años.

Por esa razón sigo preguntándome
que demonios sentías
mientras aplastabas mi cabeza
con aquella lámpara estampada
que nunca te gustó.

Podría discupar el anonimato
de tus sentimientos,
incluso hasta que prefirieses
gozar en solitario mientras
mi único consuelo era coser
los botones interminables
de tus camisas.

Podría olvidar el desprecio
que dolía más que tus golpes
y también la mirada cobarde,
hambrienta de perdón,
en la cama del hospital
donde tan generosamente
me reservaste habitación.

Pero lo que más me dolió
fue olvidarme de ser yo misma
en este fingimiento amargo,
atrapada por una cadena
de invisibilidad y mansedumbre.

2 comentarios

antonia ceada acevedo -

me encanto el poema ,nada más leerlo,y al empatizar con una mujer maltratada es señal de q tambien su sufrimiento serias capaz de sentirlo en tu propia piel.
nunca se sabe a quien le puede tocar,porque es una enfermedad como el cancer.
gracias por escribirlo y desde ahora te digo que tienes las puertas de este blog abiertas para que colabores con tu arte. ¡que es mucho¡
saludos

tonet -

Ya le decía yo querida libertad que mi deseo sería no escribir poemas como este.
Me dijeron que al escribir este poema habia actuado como un autentico fingidor porque me había metido en la piel de una mujer maltratada. En la piel? y que sabrán ello. Como le decía preferiría escribir sobre el mar o sobre cualquier otra cosa. Buena señal sería.

Atentamente. Tonet-Rafa